La pretensión de este blog no es ni más ni menos que traer la Historia a aquellos que no gustan de ella bien porque creen que es aburrida, porque se le hace un tostón una lista de nombres y fechas o porque sencillamente de pequeños tuvieron que soportar un profesor monótono y pesado que les hizo odiar esta asignatura. Quiero, con un lenguaje sencillo, de la calle y divertido, contar la Historia del mundo como si fuera una anecdota entre amigos o colegas sobre cosas que hubieran pasado en el barrio hace unos días. Es por eso que esto no es una Historia sino una "Histeria" Universal.

21 de julio de 2010

Arenas Sagradas. Egipto Arcaico

Egipto y el Nilo


Egipto, cuna del saber, de la medicina, de la astronomía, de la arquitectura y vaya por dios, de las matemáticas. El Egipto antiguo era en sí un río, el Nilo, rodeado a ambos lados de uno de los desiertos más inhóspitos de la tierra. El desierto libio, el extremo oriental del Gran Sahara, es cruzado por el único gran río africano que fluye hacia el norte dando a sus orillas un verdor y una fertilidad enormes gracias a las inundaciones anuales que cubren varios kilómetros a ambos lados del río y que desemboca en multitud de brazos que atraviesan un enorme delta que como una Venecia gigantesca se asoma al Mar Mediterráneo. Debido a lo extremo del clima que lo rodea, los egipcios apenas tuvieron relación con sus vecinos durante la prehistoria. Kemet, la tierra negra, es como llamaban los egipcios a Egipto. Por el contrario, todo lo demás, tanto el desierto que les rodeaba como cualquier país extranjero era para ellos ‘Desheret’, la tierra roja (de ahí proviene la palabra desierto).


El Iteru, como llamaban al Nilo, era la columna vertebral del Imperio que estaba a punto de comenzar. Una gigantesca autopista acuática por donde fluctuaba la ruta comercial entre los dos reinos que se habían formado en la segunda mitad del IV milenio a.C. La economía de Egipto se basa en la agricultura y el ciclo vital se dividía en tres: Akhet (Junio-Septiembre) era el periodo de la gran inundación, Peret (Octubre-Febrero) era el periodo de la siembra después de esperar que el agua se drenara y de labrar el rico lodo que dejaba el río, y por último Shemu (Marzo-Mayo) que era el periodo de la cosecha. Egipto siempre produjo, gracias a la precisa y segura inundación que siempre solía ocurrir en los mismos días, mucha más cosecha de cereales de la que eran capaces de consumir, por lo que comenzaron a comerciar con sus vecinos del Mediterráneo (Chipre y costa Palestina).


Egipto se dividía en 42 provincias o nomos gobernadas por un administrador o nomarca representante del Faraón. Cada nomo debía pagar un tributo en especie o en trabajo al Faraón según su producción, que los recaudadores acumulaban para cuando el Tyaty o Visir viniera a recogerlos. Además el estado exigía que durante algunas semanas, normalmente coincidiendo con la inundación en la cual no se podía hacer nada, una persona de cada casa tenia que trabajar para el estado en obras públicas.



Las dos coronas


Durante la etapa predinástica, sobre el 3500 a.C., los habitantes del delta iniciaron un sistema feudal y fundaron dos reinos separados por uno de los brazos del Nilo. El reino del Junco que estaba en una zona pantanosa y húmeda, y el reino de la Abeja situado en lugares más altos pero sumamente fértiles. El reino de la Abeja conquistó al del Junco y unificó el delta creando el Bajo Egipto. Los que huyeron remontaron el río y fundaron un nuevo reino, el Alto Egipto. Reprodujeron su vida en el delta e incluso bautizaron sus ciudades como las que dejaron atrás y por eso se repiten muchas en ambos reinos.


El Bajo Egipto, llamado así por estar en el curso bajo del río, llegaba desde las orillas del Mediterráneo hasta la ciudad de Memphis (a unos 40 Km del actual Cairo) y el Alto Egipto de allí hasta la primera catarata (actual presa de Asuan). El rey del Bajo Egipto tenia como símbolos reales una corona de color rojo, el desheret, formada por un gorro bajo con una especie de larga peineta hecha de material vegetal teñido, con una especie de varilla rizada en la punta que salía hacia delante y en la frente un áspid (serpiente) y se sentaba sobre un trono decorado con plantas de papiro. A su vez, el rey del Alto Egipto se tocaba con una corona blanca formada por un alto gorro cilíndrico acabado en punta redondeada llamada hedyet. Su trono estaba rodeado de lotos tallados.


En Tinis, una ciudad en mitad del Alto Egipto, surgió un rey llamado Narmer. Corría el año 3050 a.C. y descendió por el río para tomar al Bajo Egipto por la fuerza de las armas. Así controlaba las rutas comerciales del Mediterráneo y el Sinaí, además se cobraba la venganza sobre los conquistadores de sus antepasados. Narmer fundó una ciudad en la frontera entre ambos reinos para indicar a los del delta que él era su amo. Esta ciudad no es otra que Memphis. Se convirtió en el primer faraón de Egipto. La palabra faraón proviene de la pronunciación hebrea para ‘peer-a’ que significa Gran Casa, nombre con que se designaba la residencia del rey y, por asimilación, al que residía en ella. Narmer murió en el 3007 cuando estaba de cacería y lo atacó un hipopótamo, curiosamente el animal que aun hoy día mata a más personas en África.


Le sucedió su hijo Aha que además era médico. Aha murió en 2975 después de haber incluso escrito un tratado de cómo abrir cuerpos (vamos que te sajaba como una aceituna en menos que canta un ibis). Parece ser que le sucedió como regente su esposa Neithotep que era del Bajo Egipto y que se casaría con él como medio de ser aceptado por sus vasallos. Sin embargo quien reinó al año siguiente fue el hijo de una de sus concubinas llamada Jenetap, quizás por ser mayor y necesitar ya un gobernante varón o simplemente porque se sentó en el trono y no había quien se lo quitara. Su nombre era Dyer y se casó con una princesa llamada Merytneit (por su terminación ‘Neit’ también seria del Bajo Egipto ya que Neit era una diosa venerada allí). Dyer subió por el Nilo hasta la segunda catarata adentrándose en Nubia, un reino entre Egipto y Sudan habitado por gente de raza negra que los egipcios llamaban ‘Ta-Seyti’, tierra de la gente del arco, ya que ellos no solían pelear con esta arma. Les dio un cachete y se volvió con lo que pilló, probablemente también para asegurarse los bosques de ébano que había en la región.


Merytneit le sucedió cuando Dyer murió en 2927 y mientras su hijo Dyet crecía lo suficiente como para subirse al trono de loto y papiro. Pero Dyet duró poco y murió en 2914 sucediéndole su hermano Den (su madre estuvo también de regente con él mientras se hacia mayor, por eso Merytneit se enterró con los honores de un faraón). Este Den era un personaje o su madre le tuvo que enseñar bastante porque hizo muchas cosas. Aparte de acabar con la hambruna que asoló el país durante el reinado de su hermano, el faraón niño, ordenó censar a todos los ciudadanos y su ganado, quería saber sobre cuanta gente iba a reinar y de que carne disponía. Como en el Sinaí había minas de malaquita y de ahí extraían cobre, Den se fue hasta allí a reclamar el territorio. Para que todos los egipcios le vieran como su faraón independientemente de si era del Bajo o Alto Egipto, unió las dos coronas en una, combinándolas. Así rodeó el casco blanco del Alto Egipto con el gorro con peineta rojo del Bajo y creó el ‘sejemty’ y se proclamó faraón de todo Egipto. Se hizo enterrar, como su hermano, con 130 criados asesinados para que le sirvieran en la otra vida. Un angelito. Celebró por primera vez la fiesta ‘Heb Sed’ que era como un jubileo cuando se cumplen 30 años de reinado y se hacia para renovar el poder del faraón.


En 2867 le sucedió su hijo Adyib que ya debía ser muy mayor. Celebró un Heb Sed pero no por llevar 30 años de reinado sino porque estaba tan viejo que pensaron que así se rejuvenecería. Pero no lo hizo y se murió en 2861 (se le había pasado el arroz y cascó pronto). Ahora viene una cosa curiosa que solieron hacer muchos faraones posteriores. Cuando el sucesor de Adyib subió al trono ordenó que se borraran los cartuchos con el nombre del faraón muerto. Era una manera de hacerlo desaparecer para siempre. Los egipcios que eran muy listos sabían que la vida eterna pasaba por ser recordado. Los hombres sin nada pasaban por la tierra y desaparecían sin más. En dos generaciones nadie les recordaba. Alguien importante necesitaba perdurar en el tiempo dejando sus estatuas, grabados sus nombres, etc. Borrarlos era desaparecer. Cualquiera de nosotros trata de recordar a sus antepasados y de que sus descendientes le recuerden, dejando fotos u obras de cualquier tipo. Cuando olvidamos el nombre de un bisabuelo o se pierde su recuerdo, es como si jamás hubiera existido y eso los egipcios, que llevaron la creencia en el más allá a su máxima expresión, lo sabían.


Semerjet, posiblemente hijastro de Adyib, usurpó el trono, y una serie de ‘prodigios’ y catástrofes hicieron peligrar su cabeza. El Bajo Egipto de rebeló varias veces. Cinco años después de subir al trono, en 2857, murió sin pena ni gloria. Su sucesor fue Qaa y probablemente era hijo o hermano de Adyib. Se vengó de Semerjet haciendo lo mismo que él hizo, borrando su nombre. Qaa tampoco hizo mucho y murió en 2828 a.C. dando por finalizada la I Dinastía de Egipto.



La primera gran crisis en el Imperio



La II Dinastía comienza con una invasión militar del delta para devolver la normalidad a la región que se había rebelado gracias a los años de revuelo en el trono de loto y papiro. El jefe de esa operación militar era posiblemente un general del faraón fallecido que se casó con una de sus hijas. Su nombre anterior no se conoce, pero cuando apaciguó el delta se coronó faraón con el nombre de Hetepsejemuy ‘Los dos poderes están en paz’. Reinó durante 28 años hasta que su hermano inició una revuelta palaciega para derrocarlo.


Pocas cosas se conocen de los faraones de esta dinastía mas que sus nombres y algunas construcciones donde sus funcionarios estamparon sus cartuchos con cilindros de hueso (que empezaron a usarse con Hetepsejemuy). Los faraones de estas dos dinastías se enterraban en las ciudades de Abydos en la primera catarata y en Naqqara, junto a Memphis. Aun no construían pirámides y se enterraban en el suelo bajo una construcción llamada mastaba (es como una pirámide a la que se le quitaran tres cuartos de la parte superior y quedara solo la base). Los cementerios se levantaban en la orilla occidental del Nilo, donde se ponía el sol y se creía que navegaba el dios Osiris en su barca del sol por el inframundo para volver a salir por el Este al día siguiente.


En el mito de Osiris puede leerse la historia de la formación del Imperio. Osiris era el hijo de Geb (dios con forma humana pero de color verde que simbolizaba la tierra) y Nut ( diosa del cielo simbolizada por una mujer con los pies y las manos en la tierra y el cuerpo arqueado y cubierto de estrellas bajo la cual se desenvolvía la vida). Geb y Nut eran hermanos y sin embargo se liaron. Se liaron y se liaron tanto que Nut se quedó embarazada. El padre de Geb y Nut, Shu (el aire) había recibido una advertencia del dios Ra (el sol, creador del mundo cuyo nombre real era desconocido por todos ya que si algún día se descubría el mundo desaparecería. Ra era el nombre que los egipcios daban a los rayos que emanaba del dios). La advertencia era que si el cielo y la tierra se unían el caos se adueñaría de la tierra. Shu se llevaba todo el santo día detrás de sus hijos para separarlos a pesar de que él mismo se había casado con su hermana Tefnut (la humedad de la mañana nacida de la saliva de Ra). Pero claro, Shu no podía estar a todo y en cuanto se despistaba ¡zas!, los niños se liaban.


El caso es que cuando Ra se enteró no veas la que se lió. Tanto que prohibió que diera a luz en ningún día del año. En aquella época el año egipcio tenia 360 días y Thot (dios de la sabiduría con cabeza de ibis) que era un dios lunar y le ganó cinco días a la luna en una partida para que Nut pudiera dar a luz fuera de los días de Ra. En estos cinco días nacieron Osiris, Seth, Isis y Neftis.


Osiris, que nació como hombre y que creó la nación egipcia y les enseñó todo, se supone que es la representación de los reyes predinásticos como el Rey Escorpión.


Seth, con extraña cabeza animal de color negro, hocico curvado hacia abajo y orejas cuadradas, señor del mal y de las tinieblas, del desierto y la sequía. Era venerado en parte del delta del Nilo. Envidioso de Osiris lo engañó para matarlo y lo descuartizó, repartiendo sus trozos por todo el sur de Egipto. Isis, hermana y esposa de Osiris lo buscó por todas partes y reunió todos los trozos. Anubis, dios de los muertos hijo de Neftis y de su hermano Osiris (aunque era la mujer de Seth, como éste no podía tener hijos, se enrolló con Osiris, como para no matarlo), ayudó a Isis a embalsamar a Osiris y desde entonces se hizo un dios y su piel se volvió verde como la de los cadáveres. Isis quedó embarazada de Osiris y dio a luz a Horus, el dios con cabeza de halcón. Horus era venerado principalmente en el Alto Egipto y cuando fue mayor de edad se enfrentó a su tío Seth y lo expulsó al desierto. Este mito recuerda la historia de la unificación del delta primero y expulsión de los rebeldes hacia el sur y luego como volvieron y conquistaron el delta y reunificaron todo Egipto.


Siguiendo con la II Dinastía, en 2800 Nebra sigue a Hetepsejemuy, posiblemente fuese el hermano traidor. En 2785 le siguió Nynecher y en 2742 fue Uneg. Senedi subió al trono en 2735 y a su muerte el imperio se dividió. Neferkara gobernaba el Alto Egipto en 2724 y a partir de 2719 Neferkarasokar gobernaba el delta en su nombre aunque era considerado faraón. A Neferkarasokar le sucedió Hudyefa. Entonces subió al trono del alto Egipto Jasejem en 2709 y consiguió volver a unificar los dos Egiptos. Cambió su nombre a Jasejemuy que quiere decir ‘los dos poderosos resplandecen’. Casó con una princesa del Bajo Egipto y reinstauró el culto compartido a Horus y Seth. Con su muerte en 2682 finaliza la dinastía y el periodo arcaico o Tinita de Egipto. Va a dar comienzo la III Dinastía y el Imperio Antiguo.

16 de julio de 2010

Los imperios del Génesis. III milenio en Mesopotámia.

En el 3200 a.C. la ciudad de Uruk en Mesopotamia, a orillas del Eufrates, perdió todo su poder. Hasta entonces había gobernado sobre el resto de ciudades y aldeas que la circundaban gracias a la armas de cobre que usaban.



Grandes inundaciones en la zona de confluencia de los ríos Tigris y Eufrates hicieron que se abandonaran las aldeas y se fueran a las ciudades con lo que estas crecieron y pudieron enfrentarse a la gran urbe.



Fue un periodo de guerras entre las ciudades de Umma, Lagash, Uruk y otras que se fortificaron y fueron alternándose en el poder unas sobre las otras. Cerca de allí se había formado en la orilla iraní del Golfo Pérsico un imperio de tribus semitas llamado Elam con capital en Susa.



Los grandes reyes sumerios se andaban siempre a la gresca como los niños en una guardería. No había tregua. A mediados del III milenio, Eannatum de Lagash venció a la ciudad de Umma y con ella acabó de conquistar toda Sumeria exigiendo a cada habitante una cantidad de grano que debían depositar en los templos/graneros de la diosa Nina. Pero en 2350 aproximadamente surgió en Umma un rey llamado Lugalzagesi. Con un genio de mil demonios se encaminó a Lagash y la sitió hasta vencerla. Con el ánimo subido decidió que porqué no coger el resto de ciudades mesopotámicas y dicho y hecho, se dedicó a conquistar todo el territorio desde el Golfo Pérsico hasta el Mediterráneo.



Lugalzagesi acaparó más títulos que la Duquesa de Alba en los años que reinó en Sumeria y además era sumo sacerdote de todos los dioses que hubiera, con lo que todo el poder terrenal y celeste era suyo por siempre jamás. O eso creía él.



En la ciudad de Kish vivía un reyezuelo que le reía las gracias a Lugalzagesi como no podía ser menos, teniéndole como tenia aprecio a su cuello. El rey Urzababa de Kish, tenía un empleado llamado Sharrum-Kin (Sargón en castellano) que era su copero. El copero era alguien muy importante y poderoso porque venia a ser el bodeguero o encargado del vino. Está claro que debía manejar mucho dinero e influencias. Sharrum-Kin, al que desde ahora llamaremos Sargón, era de origen acadio (semitas que vivían al norte del desierto arábigo) y una noche tuvo un sueño en el que la diosa Innana ahogaba en sangre al rey Urzababa. Sargón se lo contó, no creo que por inocencia sino para ir metiéndole miedo en el cuerpo. Sargón debía estar sintiendo picorcillo en las palmas de las manos y contando con el beneplácito de algunos ricachones de Kish y le debían estar entrando unas ganas locas de darle en los dientes al rey. Urzababa que andaba mosqueado con su bodeguero le envió como quién no se da por aludido a ver a Lugalzagesi para llevarle un cartita diciendole que era correo de cortesia entre reyes. En aquella época no habia papel ni e-mail y se escribia en tablillas de arcilla, una especie de losas de barro acuchillada con una cañita a modo de escritura. Tampoco existian los sobres y como mucho la llevaria en una bolsa de cuero o similar. Imagino que Sargón se haria el analfabeto o que Urzababa creia que no sabia escribir en sumerio y una vez en camino sacó la tablilla y le echó un vistazo. ¡Por Innana bendita! En la carta decia algo así. ‘Mira Lugal, soy tu amigo Urza. Ahí te mando a mi copero que está teniendo últimamente unos sueños muy raritos. Si no te importa y tienes tiempo y un ratito de lugar le metes entre las costillas una cuarta de bronce bien afiladita para que descanse bien de ahora en adelante. Sin más se despide el monarca de Kish’.

Sargón I





Cuando Sargón leyó esto en vez de asustarse y coger las de Babilonia (el Villadiego de Sumeria) como hubieramos hecho cualquiera de nosotros, convence al ejercito que le acompañaba y con tropas de nómadas acadios, como él, que seguramente habria ya llamado por si acaso, puso sitio a Uruk, que era donde en esos momentos tenia el chalet presidencial Lugalzagesi.



El resto de ciudades no movió un dedo pensando que Sargón depondria al rey y todos quedarian libres de su tirania. Lo que no imaginaban es que Sargón pretendia tomar su relevo como rey de todo Sumeria.



Efectivamente, Sargón después de encadenar al rey sumerio y enviarlo a Nippur, la ciudad del templo de Enlil (dios acadio de las guerra) donde seguro que no le alojarian en la suite presidencial, remontó los grandes ríos para ir tomando ciudad a ciudad toda Mesopotamia. Los acadios usaban un arma que hasta entonces no era conocida por los sumerios y que los debió dejar flipados, me refiero al arco curvado. Imaginaos esa fila de sumerios con escudos de pellejo de cabra y una lanza o una espada de bronce creyendose ser un marine americano y que de pronto desde lejos les llega una lluvia de flechas. Debieron pensar que los dioses les estaban castigando o algo así por que la mayoria de ciudades prácticamente se rindió nada más ver aparecer el estandarte de Sargón. Para no dejarse nada atrás, Sargón se fue a por Elam que como ya dije estaba al otro lado del Golfo Persico. Luego subió por las orillas de los dos grandes ríos y no paró hasta llegar a ver los grandes bosques de cedro del Libano y tocar con los dedos las arenas del Mediterraneo en Palestina, llamada Canaán entonces y poblada por pastores semitas seminómadas. Creó el Imperio Acadio, formado por una base de ciudades sumerias y gobernantes y milicias acadias. Sargón I el Grande murió sobre el 2279 a.C. y enseguida las ciudades conquistadas por él se rebelaron. Sus dos hijos le sucedieron y tuvieron que sofocar muchas más. Hasta que en 2254 a.C. subió al trono de Agadé, la capital acadia, el nieto de Sargón, Naram-Sin. A pesar de que expandió aun más su imperio cometió un error que le costó la caida en desgracia. Siendo nieto de alguien tan soberbio como Sargón, él quiso llegar a más. Lo que pasa es que su abuelo era soberbio pero tenia clase y aliados. Naram-Sin se quedó sin ellos cuando se llevó todos los objetos sagrados del templo de Nippur, que era como el Vaticano de entonces. No solo eso sino que insultó a todos los dioses invistiéndose a sí mismo como dios. Se paseaba el muy incauto con un gorro conico de oro, la corona real del tiempo, adornada con dos cuernos que era un ornamento divino. Esto mosqueó mucho a sus subditos ya que además el mocito no era capaz de detener las rapiñas que hacian en sus ciudades una tribu de nómadas que vivan en las montañas, los guti. Agotado por las guerras y amargado por que no le queria nadie murió en 2218 a.C. dejándole el marrón a su hijo Sharkalisharri. Este pobre rey se las tuvo que ver con una ciudades sumerias bien cabreadas y deseando que el nuevo rey diera un tropezón para empujarle y que se desmochara. Los guti siguieron dando por saco desde las montañas del norte y se sumaron a la escabechina unas tribus del desierto arábigo, de donde mismo llegaron los acadios, y de lengua semita como ellos, los amorreos. Para que sepais lo que pensaban los sumerios de estos amorreos aquí os dejo una muestra encontrada en una tablilla de arcilla:



Los martu (amorreos en sumerio) no conocen el grano... Los martu no conocen ni la casa, ni la ciudad, los zafios de la alta estepa... Los martu que desentierran las trufas [trufas salvajes de montaña, poco deliciosas]... no se inclinan para cultivar la tierra, comen carne cruda, no tienen casa durante toda su vida, no se entierran tras su muerte... Los martu son un pueblo saqueador con los instintos de las bestias salvajes.’





La puntilla se la clavó el rey de Elam, Puzurinsusinak (aunque parezca mentira se llamaba así) que habia cosechado algunas victorias contra los nómadas de las montañas y se encontró con fuerzas para quitarse el yugo acadio. El rey murió Sharkalisharri murió asesinado en 2192 a.C. y con él el Imperio. Aunque hubo seis reyes más en Agadé, ya no existia Imperio Acadio ni nada por el estilo, las ciudades sumerias se habian independizado. Los guti acabaron arrasando Agadé unos cincuenta años después, tambien acabaron con Elam. Entre la caida de Acad y el fin del III milenio, se pudo vivir un renacimiento de los sumerios de Lagash y Ur.



Para acabar, decir que durante estos cinco siglos es cuando comienza a usarse la burocracia y la estratificación social. La administración sumeria constaba de muchos funcionarios que lo anotaban todo en tablillas. Contratos, ventas, compras, impuestos, sueldos y horarios de trabajo entre otros, todo ello administrado por comisarios, inspectores y policias. Habia un sistema de pesos y medidas estable y comenzaba a circular el dinero. A parte de los gobernantes, la sociedad se dividia en hombres libres y los de clase inferior. Ademas estaban los esclavos que tambien se dividian entre los que hacian trabajos domesticos y los namra o prisioneros de guerra que hacian las labores más duras o indignas.

Finalizan en 2003 a.C. las dinastías sumerias debido, como no, a los guti y amorreos que se habian convertido en la pesadilla de estas pobres ciudades del desierto. Los amorreos serian los protagonistas en la región a partir del II milenio a.C. pero eso ya es otra historia y tenemos mucho que contar aun de otra zona vecina, Egipto.

8 de julio de 2010

China, al otro lado.


Habíamos pasado de puntillas por el lejano Oriente, en el que también había gente oye. Esa gente vivía, como no, a orillas de un gran río, en su curso bajo. Vemos que en el fondo la Humanidad no copia en estas épocas tan primitivas sino que, primero, busca condiciones y paisajes similares que les resultan agradables para vivir y segundo, a semejantes condiciones, semejantes problemas y por consiguiente, semejantes soluciones.


En el territorio de la actual China se asentaron los Homo Sapiens hace unos 40 mil años. Su aspecto físico seria muy semejante al de los habitantes de Europa. Morenos y de piel curtida por el sol, llevarían una existencia cazadora-recolectora al igual que los del resto de Sapiens del mundo. Vagarían en busca de comida entre la gigantesca pared de piedra de los Himalaya al norte y las orillas del Océano Índico al sur, a través de un pasillo surcado por multitud de ríos que bajan desde la cordillera más alta del mundo.


El río elegido para iniciar el Neolítico en oriente fue el Huang Ho o Río Amarillo que fluye hacia el este desde la cordillera del Himalaya haciendo un lazo enorme hacia el norte para regar el borde este del desierto del Gobi, el más extremo y exótico del mundo. En su curso final es un valle muy llano y extenso que desemboca en el Mar Amarillo. Allí se asentaron los chinos neolíticos allá por el 4500 a.C. e iniciaron una cultura basada en el cultivo de arroz y la domesticación de un animal que alimentará durante miles de años a la humanidad, el pollo.



A esta cultura se le llama Yangshao y es heredera de una cultura anterior unos mil años que en el curso medio de ese mismo río, en aquel lazo que bordeaba el Gobi, cultivaban mijo y domesticaron perros y cerdos (para el mismo fin, es decir, para comérselos. “Pelo güeno, lico, lico” diría un cocinero de fama de Yangshao). La diferencia entre estos primeros chinos y los Yangshao es que estos últimos construyeron las primeras aldeas. Un ejemplo es la de Bampo, construida dentro de una empalizada y rodeada de un foso. Tenia una construcción grande comunitaria de paredes de troncos y ramas revestidas de barro por fuera y por dentro y de forma rectangular. Un pequeño vestíbulo daba paso a una gran sala con un hogar en el centro y un banco para dormir separados del suelo. La cubría un techo en forma de pirámide de paja trenzada. Alrededor había pequeñas casitas individuales. Fuera del recinto había hornos y un cementerio para adultos ya que los niños se enterraban en vasijas dentro de la casa. Aún no conocían el torno de alfarero.


En la zona de Indochina se cultivan desde la misma época guisantes, habas y judías.



La cultura Yangshao evoluciona al unirse a otras dos culturas que habían nacido en sus fronteras. En la península de Shandong, donde desemboca el río Amarillo, estaba un pueblo dedicado a la pesca en las marismas del Mar Amarillo, los Dawenkou. Y al norte, al otro lado del Mar Amarillo, en la desembocadura del río Liao (y no es que el río tenga mucho que hacer, es que los chinos como sabéis hablan así de raro) a su vez florece una cultura dedicada a fabricar objetos de jade y que ya tenían una élite gobernante en tres niveles de jerarquía.



La cultura que a partir del 2000 a.C. reúne a estas tres se llama Longshan y cubre casi la totalidad de la Llanura del Norte de China (ver el mapa para localizar todas estas culturas). Prácticamente se dedican a cultivar arroz en terrazas anegadas por el río. Usan objetos de cobre y comienzan a formarse ciudades como tales. Un siglo más tarde se inicia una despoblación de la zona quizás debido a hambrunas persistentes y los chinos de entonces en vez de montar bazares se marcharon hacia el interior. Allí iniciaron una cultura llamada Erlitou que construyó dos grandes palacios y dio comienzo a la primera dinastía llamada Xia.


La historia de la dinastía Xia se enmarca casi en la leyenda y no hay constancia de la verdadera existencia de sus emperadores.


Las tribus que formaban la cultura Erlitou se alternaban en el poder sobre las demás y su gobernante habitaba el palacio real. Según cuentan las leyendas, uno de esos reyes llamado Yao ordenó a un tal Gun que hiciese un sistema para controlar las inundaciones del río Amarillo. El siguiente gobernante, Shun, ordenó ejecutar a Gun por que no supo cumplir su cometido. Yu, el hijo de Gun, tomó el relevo. El trabajo le llevó trece años durante los cuales dicen que pasó solo tres veces frente a su casa y no entró para no entretenerse ni se le pasase por la cabeza abandonar. Realizó una serie de canales que aprovechaban el agua de las inundaciones para regar extensos arrozales. Shun quedó tan impresionado que le nombró sucesor. Se cree que gobernó durante 45 años y que murió durante una cacería. Le llamaron Yu el Grande y a su muerte le sucedió su hijo Qi (como hoy, no se complicaban buscando nombres).


Cuentan que Qi nació estando su padre controlando una de esas terribles inundaciones y que Yu solo había estado con su mujer tres días (quizás de ahí el apodo de Grande). Yu tenia la intención de pasarle el trono al que le tocaba de la siguiente tribu pero los ancianos decidieron que le correspondía a su hijo en señal de respeto a su padre. De esa forma se convirtió en una dinastía. Qi gobernó diez años y le sucedió Tai Kang, su hijo, que se dedicó a cazar y cazar y no hizo nada más en los diecinueve años que reinó. Tan ausente del reino estaba que su hermano Zhong Kang decidió que ya estaba bien y lo derrocó dejándole por ahí cazando. Tai se murió unos años después ahogado en un lago, imaginaos qué hacia. Sí, sí, cazar. Zhong gobernó 13 años y le siguió su hijo Xiang que era un gallito y se dedicó a pelearse con todo lo que le rodeaba hasta que un tal Han Zhuo se rebeló y le dio guerra durante veinte de los veintiocho años de gobierno. Hasta tal punto llegó la pelea que a Zhong le costó la vida. Eso sí, su hijo y heredero le vengó restaurando la dinastía en el 2079 a.C. Cuando Han Zhuo envió a sus hijos, que eran los que le repartían el bacalao, a matar a Zhong, su esposa que estaba embarazada se escapó por un boquete de la pared que habían abierto los perros (seguro que días antes había puesto el grito en el cielo al ver el agujerito).


Escondidos entre unas tribus del norte creció el pequeño Shao, dejando a Han convencido de que había matado a toda la familia. En unas tierras que le dio el rey de aquella tribu que le acogió y con dinero y armas del primer ministro de su padre, fue creando un territorio propio. China era un enorme territorio vacío y como premio los reyes solían regalar terrenos enormes a sus generales para que los poblaran y cultivaran.


Shao se aprovechó de que Han era un rey malísimo con su gente y fue enviando gente para que le hiciera publicidad en los antiguos territorios de su familia, así cuando marchó con su ejercito hacia la capital la gente se le arrodillaba como su rey y le abrieron las puertas. Una lección de marketing magistral que hizo que Han se suicidara en el palacio cuando se vio solo ante Shao que venia con ganas de hacérselo pasar mal (antes ya les había dado lo suyo a los dos niños de Han).


Reinó durante veinte años. Le siguieron, entre 1985 a.C. y 1600 a.C., once emperadores: (pongo aquí sus nombres por si os interesa) Zhu, Huai, Mang, Xie, Bu Jiang, Jiong, Jin, Kong Jia, Gao, Fa, y Jie.


Durante el reinado de Jie que era un bicho corrupto y depravado que además tuvo la desgracia que vivir el invierno volcánico del año 1628 a.C. cuando explotó el volcán de Thera (isla Santorini, Grecia actual). Fue un año sin verano donde hubo nieve y hielo en Julio, lluvias torrenciales que destruían edificios y alternancias de calor/frio extremas. Una catástrofe que hizo que sus vasallos se rebelaran ante el hambre del pueblo y el pasotismo del emperador. Los Shang, un pueblo vasallo durante algunos siglos de los Xia tomaron el relevo e instauraron su propia dinastía entre 1600 y 1400 a.C.


Los Shang tuvieron 30 emperadores, el primero se llamó Tang y fue el que derrocó a Jie de los Xia mandándolo a su casa. Los Shang crearon una cultura que se llamó Erligang y que tenia grandes ciudades rodeadas de muros gruesos y que se dedicaban a la creación de objetos de bronce, metal que traían de zonas lejanas, siendo la verdadera primera cultura de la Edad del Bronce en el lejano Oriente y la primera dinastía de la que se sabe que sus emperadores existieron realmente.

China comenzaba a inventar sus símbolos de escritura, alguno de los cuales aun siguen en su alfabeto, y se encamina hacia la Historia.