La pretensión de este blog no es ni más ni menos que traer la Historia a aquellos que no gustan de ella bien porque creen que es aburrida, porque se le hace un tostón una lista de nombres y fechas o porque sencillamente de pequeños tuvieron que soportar un profesor monótono y pesado que les hizo odiar esta asignatura. Quiero, con un lenguaje sencillo, de la calle y divertido, contar la Historia del mundo como si fuera una anecdota entre amigos o colegas sobre cosas que hubieran pasado en el barrio hace unos días. Es por eso que esto no es una Historia sino una "Histeria" Universal.

21 de noviembre de 2009

Y ya que estamos, nos quedamos

Dejamos a Australopiteco dando vueltas por África. Hace dos millones de años nos encontramos con un caballerete al que llaman Habilis, Homo Habilis. Su nombre significa habilidoso y es que a este muchacho le da por coger piedrecitas y machacarlas para usarlas como herramientas. No, un destornillador no, pero sí un hacha. Bueno si a un trozo de piedra con un filo a base de chiscarla contra otra se le puede llamar hacha. Lo cierto es que con este hacha descuartiza carne para comer. Y no es que sea cazador, lo que pasa es que si ve un león matando una cebra y si puede le roba un cacho. No se diferencia mucho de Australopiteco, pero Habilis camina más tieso y forma grupos más grandes. Además tiene un careto más chato, menos mono.

Va pasando el tiempo y Habilis va cambiando su aspecto y comportamiento. Se está especializando en fabricar herramientas de piedra aunque todavia no ha hecho el destornillador. Parece que comer carne le hace ser más grande y fuerte. Ahora necesita más espacio porque se va de caceria, eso sí, sin la bota de vino. Habilis comienza a viajar más lejos y sale de África por Oriente Medio hace 1'8 millones de años. Los más listos empezaron a fabricar unas hachas mejores y se llevaban las mejores piezas, por eso el resto que era más torpecillo se tuvo que buscar las papas fuera. Éste tipo más preparado que se quedó en África echando a sus colegas se le ha llamado H.Ergaster, el trabajador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario